El Puente de San Pablo se trata de una pasarela peatonal de acero y madera, de aproximadamente 106m de luz y 40 metros de altura que cruza la Hoz del río Huécar, para unir la ciudad antigua de Cuenca con el monasterio de Los Paules (actualmente Parador Nacional de Cuenca), reconstruido en 1902 tras la demolición de un antiguo puente de piedra, con proyecto del ingeniero valenciano José María Fuster y Tomás.
Su ubicación a los pies de las Casas Colgadas (actualmente, Museo de Arte Abstracto Español), y cruzando un impresionante barranco de piedra caliza de más de 50m de profundidad, lo convierten en uno de los puntos mas importantes en la imagen de la ciudad, y como tal, en uno de los puntos más visitados y transitados de la misma.
El acceso al puente se realiza, en su extremo Oeste (lado de la Ciudad Antigua) por la calle Canónigos, a través de una zona de escalones que salva el desnivel entre la propia calle y el estribo del puente; en su extremo Este (lado del Parador Nacional), el acceso se realiza por la calle Subida al puente San Pablo, mediante una escalera rampante con dos tabicas ubicada directamente sobre el estribo del antiguo puente de piedra, que constituye el arranque de la pasarela actual.
Ambos accesos, debido al desnivel del terreno que caracteriza al Casco Histórico de la ciudad de Cuenca, se resolvieron en su momento con las soluciones anteriormente descritas, y presentan por tanto dificultades insalvables para su tránsito por personas con movilidad reducida.
Por todo ello, se propone esta modificación de los mismos realizando dos pequeñas intervenciones, cuya premisa fundamental es la integración sutil en un entorno de especiales características como el que nos ocupa, suponiendo una mejora sustancial de la accesibilidad del elemento patrimonial del puente de San Pablo.
Asimismo, la degradación del pavimento de madera de pino que constituye el tablero peatonal del puente tras años de exposición a la intemperie, unido a las deformaciones lógicas debidas a los ciclos de dilatación y contracción de los materiales que forman el puente, han propiciado que gran parte de los listones que lo forman presenten movimientos apreciables a simple vista en un tránsito normal de personas, siendo necesario, debido a su construcción, la sustitución integral del mismo por otro de las mismas características con pequeñas variaciones dimensionales.